Que somos?

La red iberoamericana de escuelas de técnicos del espectáculo en vivo (RIETEV) es una red informal sin personalidad jurídica, integrada por centros de formación, profesionales e instituciones implicadas en la formación de técnicos del espectáculo en vivo en el ámbito iberoamericano.

Tiene como objetivo general contribuir al desarrollo de la formación de técnicos del espectáculo, como respuesta a la demanda del sector de las artes escénicas y a la necesidad de compartir recursos entre los distintos países.

ENCUENTROS

Los encuentros de escuelas pretenden constituirse en un foro que contribuya al intercambio de experiencias y a una mínima homogeneización de conceptos, tanto en lo relativo a la definición de las profesiones ligadas al espectáculo en vivo como a los planteamientos didácticos de su formación. 



La importancia de los encuentros, visitas, estancias, intercambios y ayudas son vitales para el desarrollo de las escenotecnias de nuestros países y obviamente, todo lo que detrás de éstas está. Hay muchas razones para ello y no están solo en las serias conclusiones o informes a los que solemos llegar, precisamente, sino en infinidad de pequeños detalles que, en la mayoría de los casos, a duras penas podemos registrar. A veces basta con un gesto o una breve expresión para condensar aquello que a veces, bastante frecuentes además, nos ilumina. Se nota en las miradas. Son los detonantes sutiles del contacto humano. Hay un cúmulo de información que nos es útil a todos.
Detalles como incluir las fotos de los alumnos en los listados de clase, fórmulas de evaluación que contemplan visos sutiles de la personalidad o los conocimientos transversales que enriquecen la formación, observaciones nimias que de veras evitan incendios o fracturas, el detalle de las secuencias lógicas e ilógicas de los procesos, cientos de datos útiles para el desarrollo de las prácticas académicas, los errores cometidos por los que van "un poco más adelante" allanan el recorrido y ayudan a avanzar, la humildad se hace ejemplo, aquello que llamamos bonhomía, paciencia y tozudez es un faro que comparte y avisa, la opción siempre a mano para contrastar experiencias y ratificar las propias, el hallazgo y construcción de códigos comunes que harán más agradable el camino a los que vendrán después y, sobre todo, la certidumbre de saber que no estamos solos y que contamos con la opción de pedir ayuda y hasta consejo, a pesar de siempre mantener la opción de equivocarnos por nosotros mismos.
Supongo que esto es apenas la leve superficie de un enorme espacio para compartir, dar y recibir.

Texto de Álvaro Tobón